En una ocasión la familia de mi papá vendría a vernos a Irapuato, mi hermanita y yo estábamos sumamente emocionadas por que la visita incluía a varias primas y primos ese fin de semana.
En esos tiempos la colonia en la que vivíamos tenía muchos lotes desocupados y de cierta forma hasta desoladas veía, mi hermana y yo salíamos cada hora a caminar a las esquinas de la cuadra esperando la marcha de vehículos con nuestros parientes a bordo. Se nos hacía eterno el pasar de los minutos y las horas.
Recuerdo que yo aún estaba en la primaria, sería como entre 4to y 5to año, ese día se marco para siempre en mi vida.
En una de las salidas para ver si llegaba mi gente, mi hermana se quedo adentro, me asome de un lado… nada, me asome del otro, tampoco venían…
Un tipo que andaba en bicicleta se me acerco (no estaba lejos de la entrada principal de casa) y me pregunto sobre una calle, yo le trate de explicar, sin embargo, un minuto más tarde, sus ojos se inclinaron hacia abajo, para que yo siguiera su mirada, me di cuenta que con una mano estaba sobando su falo, yo petrificada no podía reaccionar, solo fue cuestión de segundos cuando se empezó a m@srturb@r frente a mi y a decir palabras grotescas que aún no entendía, no podía moverme, estaba muerta de miedo, deseaba con todo mi ser que mi papá o algún adulto saliera a buscarme y me rescatará de tan terrible situación.
Desde casa, se escucho el grito de mi mamá, que me fuera a comer, entonces el infeliz bicicletero, se arranco pensando que alguien saldría a buscarme, yo entre corriendo, con la angustia, la tristeza y la impotencia de no haber echo nada y de sentirme vulnerada, de pronto me empecé a culpar, a echar en cara por que no había corrido, o gritado, o golpeado al pendejo ese, llorando me acerque a mis papás y les conté lo que había pasado, mi papá salió a buscarlo junto con otras personas, ya no lo volvieron a ver.
Tenía 9 años.
Mi deseo es que nunca más ninguna otra niña, adolescente y/o mujer adulta pase por esto.